martes, 22 de febrero de 2011

De Esperanza, Twitter y otros desencuentros


Hace poco que me sumé a Twitter, otro de los grandes fenómenos de Internet... o eso dicen. Si no estás en Facebook, Twitter y tienes un blog, no eres persona... y, claro, no iba a dejar de pertenecer a la raza humana (aunque muchas veces me encantaría causar baja) por eso así que.... ahí estoy.


Bueno, lo tomé como un "noticiero" personal (me encanta la palabra "noticiero"). Me hice seguidora de medios de comunicación, periodistas que siguen temas que me interesan y ya....


No suelo twittear nada (a estas alturas, papá y mamá ya se han perdido... lo siento, en esta era de las nuevas tecnologías vosotros, según parece, ya no estáis entre los llamados humanos)... suelo retwittear noticias más que nada, contestar a amigos (en contadas ocasiones) y, la verdad, consumir información más que otra cosa...


Hasta hoy.


Un twitteet (como veréis, ni yo misma sé como se escribe todo esto). Poco más de dos horas después de que los medios se hicieran eco de que Esperanza Aguirre tiene cáncer de mama (quién no tenga cáncer, que levante la mano.... en breve, será así). Su autor, un periodista económico, reputado, joven y muy tech.


El comentario (twittet, twitt o lo que sea) sobre lo bien que le viene a Esperanza tener un cáncer y salir de él para rentabilizarlo en votos en las próximas elecciones....


No he podido evitarlo.... debería.


Pero... no lo entiendo. No entiendo (y creo que esto no tiene que ver con mi situación personal) cómo un tipo que, espero por su bien, no tiene puta idea de qué coño es el cáncer, de cómo bloquea a una persona cuando lo sufre, de cuánto cuesta luchar día a día contra él.... se permite hacer un comentario. Y más un comentario así...


Ya puestos, reputado periodista, más le valdría no superarlo... así su rédito político sería eterno, con homenajes y monumento incluido.


En serio... háztelo mirar. Tú y todos los que como tu os creéis dioses por escribir en un medio con más o menos lectores, haber conseguido alguna entrevista exclusiva en vuestra vida y... ah sí, se me olvidaba contar con 1.400 seguidores en Twitter.


Peligroso daros un púlpito como este, tan tech, tan fácil, tan libre... De verdad, escribid sobre lo que sabéis y bajad de vez en cuando a la tierra.... Por cierto, en ella, seguimos hablando con más de 140 caracteres.


PD. Dedicado a Madeleine que me recordaba hace poco el mal endémico de esta profesión. Demasiado ego para tan poco ruedo, señor periodista.


5 comentarios:

  1. Por ésta y otras razones me estoy dando de baja poco a poco de esta preciosa profesión en la que abundan los seres despreciables, y escasean las personas con honor. Tanto hominido junto no puede conducir a nada bueno. Un beso.

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  2. No ya en esta profesión, sino en este país, la gente sabe de todo, y sobre todo, de todo sobre los demás.
    ¡Vamos!

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  3. Querida Mar, como siempre, bien dicho, y bien clarito. Sí señor. PP.

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  4. Se puede ser más despreciable? no lo creo, seguro que nunca ha sufrido de cerca el CÁNCER, si lo hubiera padecido, si supiera lo que es desde que se recibe la noticia, la incertidumbre, los fármacos, la quimio, los vómitos, las puñeteras analíticas de índices tumorales, como se puede hablar así, con esa frivolidad de algo que mina tanto, sólo espero q nunca lo sufra de cerca, porque entonces ya nunca volverá a ser el mismo.

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  5. Bueno... entiendo que la situación personal ha podido conmigo. Tan sólo deciros que el periodista en cuestión se ha excusado... Eso sí, sigo diciendo que es peligroso dar rienda suelta a tanto ego, en este y en muchos casos más....Besos y gracias a todos

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