jueves, 19 de enero de 2012

Más cornadas da la vida

No sé cuál será el torero con más cornadas en la historia; nunca me ha interesado el mundo del toro. Lo que sí sé es que voy camino de quitarle el "honor".

Pensé en cerrar este blog. Como véis, hace tiempo que no escribía. Me daba mal fario hacerlo.

Nació por una razón y volver a él me hacía recordar y temer.

Por desgracia no lo hice... o por suerte... es difícil explicar de viva voz lo que pienso, lo que siento.... es difícil encontrar las palabras mientras los ojos de quien te escucha se llenan de lágrimas, de rabia, de tristeza.

Vuelvo a enfrentarme a mi peor temor. Y, así, sí tiene sentido que vuelva a este rincón.

No tengo fecha aún pero es algo que no va a tardar. Y yo ya no dejo de pensar en ello. Estoy asustada, enfadada, cansada.... y lo peor es que no encuentro más forma de desahogarme que llorando (con lo creativa que se supone es la tristeza).

Miguel dice: "Si te lo tienen que hacer, cuanto antes, mejor"... y ese es el problema que YO NO QUIERO QUE ME LO HAGAN.

He descubierto además una sensación extraña, nueva completamente: me veo desde fuera. Me veo, desde lejos, como si fuera otra persona. Me veo y me doy mucha pena.

No sé cómo enfrentarme a ello. Las fuerzas son nulas y ese ánimo que todos ven en mi, ese valor que todos me achacáis, como al torero en la plaza, se ha ido, hace tiempo, lejos, mucho, muy...